sábado, 3 de octubre de 2020

Día 43 - De teletrabajo a telefrustración: ¿cuál es la razón?

 

                            Photo by Sebastian Herrmann on Unsplash


En casa, sentados frente a nuestras computadoras y teléfonos celulares, creemos que ya “sabemos” teletrabajar. Una apreciación desacertada e infeliz. Si sientes que el trabajo remoto te agobia, te hace sentir miserable, te esclaviza o te resta productividad, este artículo es para ti.

Fuimos “lanzados” al trabajo remoto por las medidas de protección de la pandemia, distanciamiento físico y confinamiento. En casa, sentados frente a nuestras computadoras y teléfonos celulares, tanto las personas como las organizaciones creen que la tarea está hecha, que ya sabemos cómo teletrabajar. Una apreciación desacertada e infeliz, que está generando muchos problemas. Veamos.

Trabajar en remoto, o teletrabajar, es mucho más que sentarnos frente a una computadora en una ubicación diferente a la oficina, trabajar en remoto supone una forma diferente de trabajo de la modalidad presencial.

Si sientes que el trabajo remoto te agobia, te hace sentir miserable, te esclaviza o te resta productividad, este artículo es para ti.

Cuestión de adecuación

Si necesitas aflojar un tornillo con la cabeza estriada puede que utilices un destornillador plano, sin embargo, el resultado no siempre es satisfactorio: te toma mucho más tiempo hacerlo y, en muchos casos, terminar aislando el tornillo porque destruyes la estría de su tope. Estás utilizando la herramienta equivocada.

Lo mismo sucede con el teletrabajo, si pretendes hacer las mismas cosas que haces cuando compartes la misma ubicación física de tus compañeros de trabajo, el resultado no será satisfactorio. Tu jornada de trabajo parecerá interminable, quedarás mal ante tus compañeros todo el tiempo, sentirás que ellos son desconsiderados porque no reconocen tus ingentes esfuerzos para darles respuesta; o sentirás que los demás te ignoran o desestiman tus solicitudes. Verás tu productividad y la de tu equipo reducirse. Te sentirás perdido, no sabrás cómo van los demás, incluso, es posible que te preguntes si los demás están haciendo su parte del trabajo.

¿Seguiremos teletrabajando?

Una encuesta realizada en abril por Gartner reveló que el 75% de los Chief Financial Officers o directores de finanzas de las empresas consideraban que una parte de los empleados de sus organizaciones continuarían trabajando desde sus casas. Por su parte, Gallup encontró que el 60% de las personas quería continuar teletrabajando luego de la pandemia. De forma que la respuesta apunta a que sí, seguiremos teletrabajando.

Iniciativas de dos años

Para implementar teletrabajo en tiempos previos al Covid19, las empresas ejecutaban proyectos completos de unos dos años de duración, incluyendo una prueba piloto, antes de ofrecer esta modalidad de trabajo de forma general a sus integrantes. Sin embargo, en esta oportunidad, la mayoría de las empresas que envió a casa a sus integrantes no estaba preparada para hacerlo, ¿acaso esos dos años eran innecesarios?

Esos dos años servían para garantizar el cumplimiento de la normativa legal, además de dar respuesta a preguntas cómo: ¿quién paga qué?, ¿cómo aseguraremos cumplimiento?, o lo que es lo mismo, ¿cómo hacer seguimiento?, ¿cómo asegurar la coordinación cuando no estamos en la misma localidad?, ¿cómo decidir quién puede y quién no puede teletrabajar?, ¿cómo compensar a quienes no son elegibles por la naturaleza de la tarea que desempeñan?, ¿cómo garantizar la seguridad de los datos e información de la organización?, ¿cómo evitar que las personas se desmotiven o se deteriore el sentido de pertenencia y se diluya la cultura?, ¿cómo revocar el beneficio en caso de que se decida hacerlo?

¿Sabemos cómo teletrabajar?

La mayoría de las personas “aprendieron haciendo” durante la primera fase de la crisis o recibieron una capacitación “rápida e incompleta”. El trabajo remoto seguirá planteando desafíos que exigen mejorar nuestras habilidades, por ejemplo, las fuerzas de ventas tendrán que pasar de organizar reuniones de video a gestionar las relaciones con los clientes de forma eficaz en entornos remotos.

Para que el teletrabajo no se convierta en una telefrustración, es preciso darle la formalidad que requiere, para lo que conviene:

        Dar cumplimiento a la normativa legal.

        Identificar cuáles son las tareas que pueden realizarse en remoto.

        Definir una política que establezca, entre otros, modalidades de trabajo (remoto, presencial, híbrida), horarios de conexión, acuerdos de servicio, criterios de elegibilidad, servicios de apoyo, contribución de cada una de las partes, límites de responsabilidad, expectativas claras…

        Diseñar procedimientos de oferta, solicitud y revocación del beneficio.

        Contar con una metodología de trabajo que asegure la coordinación efectiva de los equipos de trabajo.

        Definir el perfil de competencias del teletrabajador.

        Contar con programas de capacitación y transferencia/consolidación de las competencias, técnicas y metodología de trabajo requeridas.

        Definir un caso de negocio que permita visibilizar los beneficios de esta modalidad de trabajo en términos financieros.

        Contar con un comité de teletrabajo que se encargue, entre otros de: definir la política, asegurar el diseño de los procesos y procedimientos, identificar las tareas elegibles y los criterios de elegibilidad de las personas que opten por este beneficio, así como el caso de negocio y el seguimiento de la iniciativa.

El teletrabajo reporta beneficios para las personas, organizaciones, sociedad y ambiente… siempre que se haga bien.


2 comentarios:

  1. Esta etapa que vivimos de distanciamiento y falta de gasolina me ha tocado ser colaboradora en una empresa donde es ya un reto contar con la mejor tecnologia, y son mas reactivos que proactivos y sin embargo se han visto en la necesidad de utilizar el teletrabajo donde el pepr enemigo ha sido la señal de Internet. Sin embargo, he podido de observar de cerca el tele trabajo de quienes me acompañan en casa, un Contralor de una empresa dw consumo masivi trasnacional y una gte de marketing de una empresa nacional de consumo masivo. Wao! Trabajan entre 8 y 10 horas diarias, reuniones en español, ingles, frances. Es impresionante las reuniones a traves del mundo creando ideas e iniciativas planificando años venideros. Se requieren definitivamente competencias duras y sobretodo blandas para mantener disciplina profesional y personal, enfoque, liderazgo y empatia, indispensables pra motivar equipo, exhaustivo control de indicadores sobretodo de cumplimiento de objetivis vs resultados vs rentabilidad vs direccionamiento de estrategias. La posibilidad de encontrar en esquemas tan adversos cimi el venezolano actitudes descuidadas que si no se atajan pueden conllevar al fracaso definitivo

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  2. Muy interesante lo que refieres. Contar con la tecnología de punta no es garantía de utilizarla bien, por eso sostengo que el teletrabajo, y la transformación digital, tiene mucho más de humano que de tecnológico.
    El trabajo excesivo es señal de fallas en la coordinación del trabajo. Como señalas hacen falta competencias duras y blandas.
    Creo que el tema del teletrabajo tiene mucho camino que andar. Es cierto que, debido a la pandemia, su práctica se ha generalizado, sin embargo, también se ha colocado como una opción excluyente del trabajo presencial y esa es una aproximación errónea. Tenemos que aprender a trabajar a distancia tanto como presencialmente.

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