jueves, 31 de enero de 2013

Deber moral y sentido de negocio: motivar por convicción o motivar por conveniencia

Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos dejar de ponerle aceite
Madre Teresa de Calcuta

Los logros de la organización se deben al trabajo de todas las personas que la integran. La calidad y productividad de ese trabajo está en estrecha relación con cuán motivadas están esas personas, porque todas las personas necesitan sentirse motivadas para dar lo mejor de sí.

Cuando hay desajustes entre las personas y la organización, sufren ambas partes, las personas serán explotadas, tratarán de explotar a la organización, o ambas cosas. Y eso tiene un enorme costo para las organizaciones. Según cálculos de Gallup, la baja productividad de los empleados poco motivados en USA cuesta alrededor de USD 350 billones cada año.

¿Qué hace que los directivos de una organización se preocupen por motivar a sus empleados? Comencemos por decir que una organización puede abordar el tema de la motivación desde dos perspectivas diferentes:

  1. La primera, que llamaremos “instrumental”, tiene por objetivo incrementar la productividad y, por ende, el lucro de la organización. Las personas son instrumentos necesarios para lograr los objetivos económicos establecidos por la organización y motivarlas incide positivamente en los resultados financieros.