En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe
Eric Hoffer
Por aprendizaje organizacional se entiende la transformación progresiva, con base en la experiencia, de los
supuestos y prácticas que orientan la acción de la organización, con el
propósito de elevar su desempeño.
Las organizaciones que aprenden desarrollan la capacidad de:
- cambiar para adaptarse a su entorno,
- identificar prontamente los errores,
- realizar oportunamente las rectificaciones que se necesiten y
- mejorar la calidad de sus decisiones,
A continuación se listan los cinco requisitos del aprendizaje organizacional:
1. Tener ganas de aprender: aprender
supone incorporar nuevas creencias, o bien modificar e, incluso, desechar creencias
viejas. Como ese cambio no siempre es cómodo, el rechazo hacia lo nuevo puede
obstaculizar el aprendizaje. Es posible promover la apertura hacia lo nuevo, por
ejemplo, estimulando la observación de lo que sucede alrededor y reconociendo la buena disposición a aprender en los procesos de
evaluación.
2. Disposición a identificar errores: tememos
tanto admitir un error que, para ocultarlo, somos capaces de arrastrarlo aunque
crezca como una bola de nieve y acabe tragándonos. Esto sucede particularmente en
aquellas organizaciones que estigmatizan el error, y acostumbran a señalar o
censurar al “culpable”, en lugar de promover la identificación temprana y
rectificación oportuna de los desaciertos. No se trata de dispensar la ocurrencia
de fallas, sino de estimular su detección y remediación antes de que las
consecuencias indeseadas empeoren.
3. Exploración de diferentes opciones: no
siempre contamos con un modelo teórico que nos permita predecir lo que sucederá,
de manera que con frecuencia nos toca aprender de la experiencia, es decir,
intentar para ver qué sucede. Explorar opciones diversas presupone una
disposición favorable al riesgo, que tendría que ser estimulada en las
organizaciones que quieran aprender. Mark Rothko,artista plástico dijo: "el arte es una aventura en un mundo desconocido, que puede ser explorado sólo por quienes están dispuestos a asumir el riesgo". La apreciación de Rothko,
lejos de ser exclusiva del arte, tiene validez plena en el mundo de las
organizaciones.
4. Apertura a la confrontación de pareceres:
“no vemos las cosas tal como son, sino tal como somos” (Talmud). Nuestra
perspectiva es sólo una entre muchas, y, además, limitada por nuestros rasgos
físicos y culturales. Para complementar nuestra perspectiva tenemos que estar
dispuestos a conocer las perspectivas de los demás y comprender que las
diferencias nos nutren y que el conflicto bien manejado genera intercambios positivos
(y favorece la innovación) en lugar de pleitos. Cultivar la humildad, entendida
como aceptación de las propias limitaciones y reconocimiento del otro,
contribuye a desarrollar la apertura a la confrontación de pareceres.
5. Búsqueda de información sobre el desempeño:
lo que no se conoce no se puede mejorar. Contar con un sistema de información
que permita medir el desempeño también permite identificar brechas entre lo
planificado y lo logrado, permite identificar equipos de trabajo que superan lo esperado,
y equipos de trabajo que se quedan rezagados, lo que, a su vez, permite revisar sus
prácticas y la relación entre esas prácticas y los resultados obtenidos. Identificar prácticas beneficiosas es el
primer paso para reforzarlas y reproducirlas. Identificar prácticas indeseables
es el primer paso para rectificarlas y evitarlas. En ambos casos se verifica el
aprendizaje organizacional y se favorece el desempeño.
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