Aprender es como remar
contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede
Benjamin
Britten
El entorno cambia constantemente, lo que obliga a las
organizaciones a transformarse para adecuar su desempeño a las demandas
externas. Ese proceso de transformación es lo que se conoce como aprendizaje
organizacional. Las organizaciones que no aprenden se quedan atrás, pierden
competitividad y acaban fracasando, de manera que el aprendizaje organizacional
no es opcional.
Aunque la mayoría de las organizaciones, grandes y pequeñas,
hacen esfuerzos deliberados por preservar e incrementar su competitividad, es
muy frecuente que mantengan e, incluso, promuevan, conductas que inhiben el
aprendizaje organizacional. Puede que esta
suerte de auto-sabotaje no sea intencional,
sin embargo hace daño como si lo fuera.
Seguido se listan siete de las conductas inhibidoras del
aprendizaje que se observan con mayor frecuencia en las organizaciones:
1. Un punto de vista aplastante. El aprendizaje se
nutre de la diversidad. Cuando en una organización se impone un punto de vista
de forma aplastante, eso impide la participación, lo que limitará el acceso a
la diversidad de perspectivas, opiniones y preferencias que los integrantes
pudieran aportar. En una situación tal, la organización terminará
desvinculándose de su entorno.
2. Excesiva confianza en los procedimientos: los
procedimientos son muy útiles porque permiten estandarizar una operación y
reducir la probabilidad de errores u omisiones. Sin embargo, la excesiva
confianza en los mismos ata las manos de los integrantes de la organización. Los
procedimientos responden a una situación que puede caducar, o que, desde su
diseño, no contempló casos específicos, lo que hace que los procedimientos sean
más rígidos o menos adaptables que el juicio humano.
3. Foco exclusivo en la producción: cuando una
organización se ocupa únicamente de producir frena actividades como la
capacitación, la investigación o la búsqueda de soluciones alternas que aportan
nuevas opciones o modos de hacer las cosas.
4. Concentración de la información: concentrar la
información tiene el efecto de un agujero negro, quita la luz a su alrededor y
deja a ciegas a los integrantes de la organización. Además, si se limita la
información, la calidad de las decisiones se verá negativamente afectada.
5. Aprecio exclusivo del trabajo individual: lo que
desestimula el trabajo en equipo, frenando el intercambio y la construcción de
conocimiento.
6. La condena del error: para hacer algo que sea
original es necesario estar preparado para equivocarse. Sin embargo a nadie le
gusta ser señalado, cuanto menos si eso puede costarle el trabajo. Las
organizaciones que condenan el error ponen obstáculos a la oportuna
identificación y rectificación de los mismos, frenando la posibilidad de
aprender de los reveses para evitarlos en el futuro.
7. Liderazgo entendido como ejercicio del poder:
cuando se entiende el liderazgo como el ejercicio del poder que se tiene sobre
otros, la palabra jefe se asocia con temor y castigo y se hará todo lo posible
por pasar inadvertido, bien sea porque
se ha perdido todo sentido de eficacia personal (uno se siente incapaz) o
porque se intenta protegerse del abuso. El liderazgo también es escucha, promoción y servicio a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nada es más enriquecedor que el intercambio. Anímate a escribir. Me interesan mucho los comentarios, opiniones, preguntas o ejemplos que tengas para ofrecer.